“Hay que reconocerlos”
En otros Apuntes comentamos sobre los eventos atléticos callejeros que gustaban mucho a los corredores y que algunos han pasado a la historia.Omitimos, involuntariamente, los que organizaba el Club Corsarios, grupo que presidía Jorge Ortiz, que tenía en sus filas a corredores de mucha clase, como los hermanos Contreras y José Sosa, que se retrataban muy seguido en el podio de los eventos callejeros.
Si la memoria no nos falla, Javier Zavala también fue parte de este equipo, al que dio muchos triunfos y es que La Bala, por mucho tiempo, era quien dominaba en las carreras.
Pues bien, el Club Corsarios también tenía evento nocturno, la Corrida Guadalupana, en honor a la virgen y que tenía como meta la catedral, en la Zona Centro, en la Calle Segunda.
La hacían el 12 de diciembre y se imaginarán el problema para llegar, mucha gente y el tráfico vehicular, en esa fecha y hora, estaba bastante problemático.
Otro buen evento que promovía Jorge Ortiz era La Milla en Pista, que realizaba en el Crea, de día, para que quienes gustan del atletismo, la vieran completa en su desarrollo.
En aquellos años, ya hace varios, el premio era de mil dólares y ahí mismo, luego de concluir los 1,609 metros, los entregaban, en efectivo, sin tanto protocolo.
Ese fue sólo alguno de los eventos ganados por La Bala, a quien le colgaron un collar que formaron con diez billetes de cien dólares y es que había buenos patrocinadores con el Club Corsarios.
Por cierto, con esa camiseta del Club Corsarios también corre, cuando tiene oportunidad, Rubén Razo Zavala, presidente de la Liga Municipal de Atletismo de Tijuana.
Y también promovían un evento en la zona del 70-76, donde ahora están las oficinas del SAT, la Fuerza Aérea Mexicana y donde tenía su base el temido Registro Federal de Automóviles, que dejaron a mucha gente a píe, si no estaban legales o se mochaban.
De aquellos eventos, en uno de ellos se equivocaron en la ruta María Rodríguez y la siempre guapa Lety López Quiñonez, lo que aprovechó Artemisa Gallegos para alzarse con el triunfo, chiflado por los espectadores, pero ella ninguna culpa tuvo del error cometido por las dos punteras.
Lety López Quiñonez, egresada de la Escuela Superior de Educación Física de Tijuana, que en un tiempo fue funcionaria en el Instituto Municipal del Deporte de Tijuana, ahora se dedica a impartir clases de natación en Estados Unidos.
Y hace muchos, muchos años, había otro evento nocturno, la versión tijuanense de San Silvestre, organizada por el Club de Corredores Fondistas de Tijuana, en la pista del Crea, recibiendo el año dándole vueltas al óvalo.
Tenían también el que era, en aquellos años, el evento con más distancia, 14 kilómetros, que llegaba hasta La Presa Abelardo L. Rodríguez, donde estaban las oficinas de la delegación.
Carlos de los Ángeles, en alguna ocasión también quiso hacer un evento nocturno para recibir el año nuevo corriendo, con poca respuesta y optó cortar por lo sano.
Nos parece justo reconocer el esfuerzo que hacían estos clubes por promover el atletismo callejero, que ahora tiene tantos adeptos, gracias a la semilla que sembraron estos grupos.
El espacio para los Apuntes se nos ha terminado y hasta aquí llegamos…por hoy.
Por: Ángel González
Columna publicada en el Periódico Frontera
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