Largas distancias
Es admirable ver a esos corredores que entrenan por meses, sacrifican mucho para poder terminar un maratón (42 kilómetros), algunos se preparan bien, con algún entrenador que los oriente, llevando metódicamente cada paso del programa que les lleve a su mejor forma física el día del evento, cuidan también la nutrición, el descanso y hasta la actitud mental.Y lo lógico, por lo regular, el éxito los acompaña. Aun así a veces no salen las cosas bien, alguna lesión inesperada, algo de la cena anterior que les hace daño, les falla la estrategia y se agotan antes de tiempo o simplemente no fue su día. En 42 kilómetros pueden pasar tantas cosas.
Pero también es admirable los que no pueden prepararse adecuadamente, los que ya no les satisface una carrera de 10 kilómetros o el Medio Maratón (21 km), ahora quieren mas distancia, el siguiente reto y lo quieren superar como sea.
Y aunque algunos no saben muy bien que tanto tienen que correr semana a semana, que comer o no comer, no hay un entrenador que los guie, quizás solo algún amigo con experiencia; allí están en la línea de salida, valientes, dispuestos a sufrir, pero con la firme idea de superar el reto.
Los primeros kilómetros se disfrutan con ese especial ambiente de las carreras, con esos amigos que te alientan a seguir y por lo regular se corre acompañado por un grupo grande de corredores.
Pero al paso del tiempo y los kilómetros, llega el cansancio, y los dolores, en las rodillas, en el talón, o sino se toma suficiente liquido; llegan los temibles calambres. Entonces pasa algo que todos quieren evitar; parar, si, pero a veces es necesario hacerlo para luego poder seguir, y ahí van con un paso mucho mas lento que al principio, solitarios, ya con pocos corriendo alrededor, pero con la firme decisión de terminar y cuando lo logran, sienten que todo lo sufrido vale la pena. Es lograr lo soñado, es vencer a la adversidad.
Y que podemos decir de los ultramaratonistas, esos que corren mas de 50, 100 o mas kilómetros, algo increíble, pero existen esos súper hombres y mujeres que viven para correr y corren para vivir.
No hace mucho se celebró el de la Laguna Salada de 69 kilómetros, no participaron muchos, pocos se animan a hacerlo, pero en Baja California los hay y algo notable es que los mejores son los mayores de 40 o 50 años.
La primera mujer fue la tijuanense Lorena Noriega de 51 años, empleando 6 horas y 50 minutos, y según cuenta solo lo tomó como preparación para el Maratón Gobernador, el de Mexicali que se corre el 18 de diciembre.
Entre los hombres; Francisco Isais otro tijuanense mayor de 50 años, fue el mejor con 6 horas y 7 minutos, completando la hazaña de ganar por tercera vez consecutiva este evento extremo.
Cruzar la meta después de tantos kilómetros y esfuerzo, para el corredor no es solo una victoria física es también una victoria emocional.
Por: Germán Rodriguez Sr.
Foto: Nike Running
*Columna publicada en el Periódico Frontera el jueves 24 de Noviembre del 2016
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