Récord mundial de 400 para Wayde Van Niekerk.
- Con la marca de 43.03, el sudafricano bate el récord del mundo de Michael Johnson (43.18) logrado en Sevilla en 1999
- A Kirani James, segundo, y Lashawn Merrit de nada les valió en Río bajar de 44, porque su rival fue más allá de sí mismo, más allá del récord.
Rio de Janeiro, Brasil - 14 de agosto - Wayde van Niekerk se negó a ser un telonero de Usain Bolt, ni siquiera de sus propios rivales en el 400. Por el carril ocho, arrancó frenético y se mantuvo en cabeza hasta el inicio de la recta del 100. Cuando la compensación parecía desclasificarlo, el sudafricano se sostuvo en su ventaja y llegó a la meta con una ventaja que sólo se explicaba al mirar el marcador: 43.03. Había hecho mucho más que ganar un oro. Había acabado con una de las grandes herencias del atletismo, los 43.18 de Michael Johnson, logrados en Sevilla, en 1999.
La forma de correr de este atleta nacido en Ciudad del Cabo no tiene nada que ver con la del 'Pato' Johnson. No patea el tartán con una frecuencia altísima, sino que desplaza su zancada. Iniciado como corredor de 200, a sus 24 años, es el único atleta que ha roto tres barreras, los 10 segundos en 100 (9.98), los 20 en 200 (19.94) y la de los 44 en 400 (43.03). A Río llegaba con su mejor marca establecida en Beijing (43.48), cuando ya sorprendió al resto de favoritos, aunque esta temporada no había podido bajar de 44.11. A Kirani James, segundo, y Lashawn Merrit de nada les valió en Río bajar de 44, porque su rival fue más allá de sí mismo, más allá del récord.
La nueva sensación del atletismo mundial ha conseguido uno de los mayores logros de su país en un tiempo muy distinto al que vivieron sus padres, atletas que no pudieron desarrollar su carrera debido al 'apartheid'. Niekerk, curiosamente, nació un mes antes del inicio de los Juegos de Barcelona, en 1992, cuando Sudáfrica regresaba a la escena olímpica después de su sanción por su política segregacionista. En aquella cita compitió una otoñal Zola Budd, atleta blanca de la misma ciudad a la que se trasladaron los padres del nuevo recordman, Bloemfontaine, un feudo 'afrikaaner'. Budd, nacionalizada británica y señalada en los Juegos de Los Ángeles, por la caída de Mary Decker, vio, asimismo, como su carrera internacional se convertía en un tormento por ser blanca. Niekerk, de color, ya no vive en ese mundo. Por fortuna.
Además se trata del segundo récord del mundo en Río tras el de los 10,000 metros femeninos logrado por la etíope Almaz Ayana el 12 de agosto con la marca de 29:17.45. En la gran noche de Niekerk, hay que señalar también la excelente victoria de la colombiana Caterine Ibarguen, que triunfa con 15.17. La plata es de la venezolana Yulimar Rojas con 14.98. Bronce para la kazaja Olga Rypakova con la marca de 14.74.
Por Orfeo Suarez
Fuente: elmundo.es
previous article
Entrada más reciente