Bolt entra en la leyenda con su tercer titulo olimpico en los 100 metros.
Rio de Janeiro, Brasil – 14 de agosto - La historia saluda ya a Usain Bolt como el velocista más grande de todos los tiempos. Se podía contemplar antes de la final de los 100 metros por el peso indiscutible de sus récords, pero en la tabla que jamás se borra, la del medallero olímpico, se podrá decir que al menos hubo un velocista en la humanidad que en la prueba que más atención despierta en los Juegos Olímpicos, que logró tres oros olímpicos.Su victoria desmonta todo cuanto se teoriza sobre el deporte. Se dice que los Juegos son la expresión de cuatro años de trabajo. El rayo de Trewlany se ha acostumbrado a sembrar las alarmas en las fechas previas a las grandes citas. Lesiones, estados de forma cuestionados hacen albergar esperanzas a los rivales.Luego llega el día D y se los merienda.
Bolt adujo que las series del viernes eran matinales para justificar su mala puesta en escena. "Era por la mañana y no estaba muy despierto. Pero en la final lo haré mejor", dijo. Había reaccionado en 156 milésimas y fue sincero. Reaccionó en 155. Sólo el marfileño Meite salió peor.
Bolt, como es costumbre, inició la caza. Rebasó a Vicaut, el francés que honró a Europa en la final, y luego a Blake, a Brommell y a De Grasse (9.91), el canadiense que se pegó a su estela y volvió a ser bronce como en los Mundiales de Beijing. A mitad de carrera sólo quedaba Justin Gatlin, el objetivo más difícil.
El estadounidense juega el papel de proscrito en el show de Bolt. Lo agrava que diese dos veces positivo en el pasado. Mientras a Bolt lo festejaron los brasileños como si fuera de Copacabana, con Gatlin se mezclaron los sentimientos. Es duro ser un gran velocista y topar siempre con el mismo. 8-1 en el parcial y la única derrota fue en una prueba de la Diamond League de 2010. No en campeonatos trascendentales donde siempre gana Bolt.
Para el metro 80, la carrera estaba decidida, Usain, consciente de que sus diferencias ya no son las del pasado, que tiene 29 años y ya no gana por más de dos décimas como ocurrió en los Juegos de Beijing, no bajó la velocidad. Entró en meta en 9.81, ocho centésimas más rápido que Justin. Era un número redondo: la quincuagésima vez que baja de 10 segundos en una carrera fantástica, donde como ocurrió en El Nido en 2008, seis atletas bajaron de 10 segundos.
El estadio del Botafogo entró en erupción. El show de Bolt había comenzado.Puma le paga 10 millones de dólares anuales, pero su rentabilidad es máxima. Ahora foto con la bandera de Brasil, ahora la de Jamaica, ahora hago el rayo. Eso no ha acabado. Es sólo el primer episodio del tríptico que regala en cada cita el mejor atleta de la historia.
Por: Gerardo Riquelme
Fuente: marca.com
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